lunes, 27 de enero de 2014

Motivación para estudiar

Uno de los problemas más importantes con el que nos encontramos a la hora de estudiar es la denominada falta de motivación. Para eso te recomiendo que leas este post.

1) Ser curioso en el tema que estás estudiando.

Cuando estás interesado en el tema que estás estudiando las cosas se vuelven mucho más fáciles. Averigua cómo se puede aplicar en la vida lo que estás estudiando. Hay muchas maneras de hacer un tema interesante cuando adoptas una actitud curiosa.

Despertando la curiosidad innata que hay en ti podrás estudiar cualquier cosa. Sólo hay que hacer un esfuerzo inicial para despertar esa curiosidad.

2) Establece un horario de estudio en el momento adecuado.

Establecer un horario de estudio diario. Es bueno para planear tu día con antelación. Establece un tiempo específico para estudiar y un tiempo para jugar o relajarte. Puedes estar estudiando duro ahora pero sabes que más tarde estarás disfrutando. Recuerda:

“Lo que hagas, hazlo con intensidad”

Un consejo: siempre pon el estudio en primer lugar cuando planifiques tu día. Si piensas que deberías ver la televisión o relajarte un poco antes de estudiar estás cometiendo un gran error. Esto sólo hará más difícil que puedas comenzar a estudiar. El primer paso es siempre el más difícil.

También a la hora de establecer horarios de estudio es bueno programar tu tiempo de estudio en el momento del día en el que haya menos distracciones. También es bueno elegir el momento en el que estás en tu estado mental óptimo para estudiar.

3) Empezando a estudiar: el reto de los 5 minutos.

La parte más difícil es empezar. El primer paso es siempre el más duro. Después de este primer esfuerzo todo se te hará más fácil. Esto se debe a que una vez que tienes el impulso es fácil para mantener la marcha.

Este consejo-motivación para estudiar duro puede ayudarte a empezar. Esto es lo que puedes hacer: siempre que no estés motivado para empezar a estudiar, plantéate estudiar durante 5 minutos. Eso es todo, sólo 5 minutos. Piensa que vas a estar estudiando seriamente durante 5 minutos y luego te detendrás.

Por lo general, después de los 5 minutos querrás seguir estudiando más. Sí, es cierto. Es un truco. La clave aquí es asegurarse de que durante esos 5 minutos vas a estudiar al 100%. No soñando o distrayéndote con otras cosas.

4) Parada y arranque en la parte más interesante.

Al tener que parar para descansar, comer u otras actividades, puedes hacerlo en la parte más interesante o agradable de tu estudio. De esta manera, será mucho más fácil empezar cuando decidas estudiar más adelante.

5) Elimina las distracciones de tu entorno.

Obviamente esto es muy importante para tu estudio. Si tienes cerca la TV, el teléfono, el ordenador, revistas, etc. cerca de ti fácilmente podrás sucumbir a la tentación de dejar tus libros a un lado.

6) Antes de ponerte a estudiar entra en un estado fuerte de motivación.

Tómate 5 minutos antes de empezar a estudiar para lograr el estado mental adecuado. Apaga cualquier tipo de música, siéntate, aclara tu mente y respira profundamente. Repite alguna frase que te motive o haz algunas visualizaciones y medita sobre tus futuros logros. Visualízate feliz estudiando.


7) Establece objetivos.

El establecimiento de objetivos te dará más motivación. El sentido de la satisfacción del logro es también una buena inyección de confianza.

Establece metas tales como cuántas secciones o capítulos planeas estudiar en un plazo de tiempo.

8) Concédete un premio.

Recompénsate de inmediato por el trabajo bien hecho. No necesita ser algo importante, sólo cosas simples como disfrutar de una copa de helado, ver tu programa favorito de televisión o llamar a los amigos para charlar. Por supuesto, también concédete grandes recompensas cuando alcances logros importantes.

9) Tú puedes moldear tus gustos y capacidades

Tus gustos, tus habilidades y tus capacidades no solo pueden cambiar, sino que se relacionan con tu manera de pensar. Por ejemplo, si ves un alimento determinado y piensas que te desagrada, nunca lo probarás y no sabrás si realmente te gusta o no. Y algunos alimentos que no te gustan pueden llegar a gustarte si se cocinan de un modo determinado o diferente. Algo parecido pasa con tus gustos en todo lo demás: puedes hacer que la historia o las matemáticas o cualquier otra materia llegue a gustarte si te acercas a ella con la actitud adecuada, esforzándote por encontrar algo que te interese en esas materias.


Y respecto a tus habilidades, ten cuidado con las etiquetas que te pones, como “no se me dan bien las matemática”, porque te puedes estar equivocando. El problema es que si piensas que algo no se te da bien, convertirás esa profecía en realidad porque te esforzarás muy poco. Piensa, por tanto, que, en principio, puedes hacer bien cualquier cosa, y entra a fondo en ella.

10) Recuerda, tú y nadie más que tú es quien ha decidido estudiar. De modo que sé consecuente


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