viernes, 31 de enero de 2014

Leer para estudiar

Lectura y estudio han de ir inseparablemente de la mano, no podremos nunca estudiar bien, si no sabemos leer bien. Por otro lado, según vayamos avanzando en nuestra escala de estudio, se hará más necesario que leamos libros y textos más técnicos y elaborados.

Lee libros: Piensa esto, al igual que el atleta prepara sus músculos y habilidad para el día de la competición, tú debes preparar tu mente, para el momento del estudio. Para ello puedes realizar multitud de actividades que suponen una gimnasia mental, pero de entre todas ellas cabe destacar la lectura.

Lee ordenadamente:   Al leer, empieza por el principio y no por lo que creas que el profesor va a preguntar en el examen. El libro de texto lleva un determinado orden en la exposición, y es muy conveniente seguirlo.

Lee  para entender: Haz pausas y pregúntate ¿cuáles son las ideas o hechos importantes que se presentan en esta parte del texto? Es el paso más difícil en el proceso de estudiar.

Subraya las  ideas principales:   Destaca subrayando en el texto, las ideas o hechos importantes y escribe notas u observaciones en los márgenes de las hojas del libro. Esto ayuda para recordar fácilmente lo que leíste  y para hacer resaltar las ideas esenciales.  Pero tampoco abuses de la técnica del subrayado.

Al leer medita, y pregúntate:   Busca ejemplos de causas y efectos. Pregúntate por qué, cómo, quién, cuándo y también acerca de las relaciones entre los diferentes temas. Piensa en las preguntas que harías  si fuera tú  el profesor. Busca el por qué de cada ilustración que está en el texto. En ocasiones las ilustraciones dicen más que las palabras. Si te formas el hábito de hacerte preguntas y responderlas, tendrás mayor confianza en ti mismo al resolver los exámenes.

Escribe resúmenes de lo leído. Al hacerlo piensa y no simplemente copies frases sin entenderlas. Trata de relacionar, concretar y formular las ideas fundamentales o directrices de lo que leíste. Si dedicas diariamente tiempo a ello, te ejercitarás en una técnica de análisis y de síntesis que te ayudarán a obtener un gran provecho en tus lecturas. Por otra parte, los resúmenes te servirán para repasar antes de los exámenes.

Examínate a  ti mismo. Algunos libros de texto traen al final de cada capítulo, preguntas y problemas. Resuélvelos. 

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