jueves, 17 de octubre de 2013

Adam Smith ¿Quién es ese?

Te propongo que leas el siguiente texto y contestes a estas preguntas:
1.-¿Qué significa la siguiente frase? "No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero de lo que esperamos nuestra comida, sino de la consideración de su propio interés"
2.-¿De verdad un sistema se basa en que cada uno hace una cosa? " Unos fabrican sombreros, otros hacen zapatos, otros pan"
3.-¿Valor de uso?, ¿Valor de cambio? ¿Qué es eso? !Adam Smith se volvió loco! !No le entiendo
4.-¿El trabajo es la medida real de valor de las cosas? Entonces.... Tenemos que ser muy ricos, porque trabajamos mucho.
5.-Bulionismo, !Qué enfermedad más rara! ¿En qué consiste?
6.-¿La riqueza de las naciones proviene del trabajo de  sus pobladores?



En la riqueza de las naciones, Smith recoge y coordina críticamente las teorías económicas elaboradas hasta entonces desarrollándolas ampliamente y sobre todo tratando de recogerlas alrededor de un criterio unitario: la autonomía de la actividad económica (cuyo fundamento es la utilidad individual) respecto a la moral (cuyo fundamento es la simpatía). "El hombre tiene casi siempre necesidad de la ayuda de sus semejantes, pero la esperaría en vano sólo fiado en su benevolencia. No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero de lo que esperamos nuestra comida, sino de la consideración de su propio interés". He aquí la primera afirmación de la teoría del hecho económico en relación con la moral, sin que por esto surja entre ambos ninguna forma de oposición.

Con esta premisa,  Smith asegura que no es la naturaleza, sino el trabajo, la fuente de donde una nación obtiene los productos que anualmente consume. La mayor productividad del trabajo depende de su división, consistente en la división del proceso productivo necesario para crear una cosa en diversas fases, asignada cada una de ellas a un operario. Es evidente que en régimen de división del trabajo (unos fabrican sombreros, otros zapatos, otros pan), el cambio es el supuesto indispensable para cuya generalización es necesario el instrumento monetario, gracias al cual puede uno procurarse lo que necesita a cambio de moneda.

De aquí el problema del "valor", en el que Smith, aun distinguiendo netamente entre el "valor de uso" (la utilidad de una cosa para su posesor) y el "valor de cambio" (poder de una cosa para adquirir con ella otra), confunde la utilidad abstracta con la utilidad concreta de las cosas, y hace depender el "precio real" ora del trabajo necesario para producir una cosa, ora del trabajo que esta cosa ahorra a quien la posee, ora del trabajo que le permite imponer a los demás.

Sin embargo, para Smith sólo el "trabajo" que goza de cierto valor invariable es la medida real y última sobre la que el valor de todas las cosas en todos los tiempos y lugares es comparado y estimado. Precisamente ésta es la teoría del valor-trabajo que adquirirá gran importancia en el desarrollo paralelo de las doctrinas liberal y socialista. Los elementos constitutivos del precio real de las cosas son, para Smith, el salario del trabajo, el interés del capital y el rendimiento de la tierra. En torno a este "precio natural" oscila el precio del mercado que varía constantemente según la oferta y la demanda.

Antimercantilista, Smith critica severamente la identificación de la riqueza con la moneda, refutando el "bulionismo", la teoría de la balanza comercial, la creencia en la superioridad del comercio interior en defensa de la libertad del comercio. No se puede decir que Smith sea en sentido estricto un fisiócrata, porque superó esta posición, aunque defendió la teoría del "dejar hacer, dejar pasar" en interés general.


Mente crítica y robusta, Smith fue el primero en hacer de la ciencia económica una ciencia en sí, distinta de la moral, sin crear por eso antítesis entre ambas. La obra de Smith transformó radicalmente la teoría de la economía en el siglo XVIII, al defender la idea de que la riqueza de una nación procedía del trabajo de sus pobladores y no de sus reservas de dinero, como afirmaban los mercantilistas, o de su producción agrícola, como sostenían los fisiócratas. De la misma manera, aseveró que la división del trabajo podía aumentar la productividad de éste y defendió la idea de que los precios eran el mecanismo regulador que aseguraba el equilibrio entre la oferta y la demanda. Con estas teorías, Smith sentó las bases del pensamiento económico capitalista.

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