1) Ser
curioso en el tema que estás estudiando.
Cuando estás interesado en el tema que estás
estudiando las cosas se vuelven mucho más fáciles. Averigua cómo se puede
aplicar en la vida lo que estás estudiando. Hay muchas maneras de hacer un tema
interesante cuando adoptas una actitud curiosa.
Despertando la curiosidad innata que hay en ti
podrás estudiar cualquier cosa. Sólo hay que hacer un esfuerzo inicial para
despertar esa curiosidad.
2) Establece
un horario de estudio en el momento adecuado.
Establecer un horario de estudio diario. Es bueno
para planear tu día con antelación. Establece un tiempo específico para
estudiar y un tiempo para jugar o relajarte. Puedes estar estudiando duro ahora
pero sabes que más tarde estarás disfrutando. Recuerda:
“Lo que hagas, hazlo con intensidad”
Un consejo: siempre pon el estudio en primer lugar
cuando planifiques tu día. Si piensas que deberías ver la televisión o
relajarte un poco antes de estudiar estás cometiendo un gran error. Esto sólo
hará más difícil que puedas comenzar a estudiar. El primer paso es siempre el
más difícil.
También a la hora de establecer horarios de estudio
es bueno programar tu tiempo de estudio en el momento del día en el que haya
menos distracciones. También es bueno elegir el momento en el que estás en tu
estado mental óptimo para estudiar.
3) Empezando
a estudiar: el reto de los 5 minutos.
La parte más difícil es empezar. El primer paso es
siempre el más duro. Después de este primer esfuerzo todo se te hará más fácil.
Esto se debe a que una vez que tienes el impulso es fácil para mantener la
marcha.
Este consejo-motivación para estudiar duro puede
ayudarte a empezar. Esto es lo que puedes hacer: siempre que no estés motivado
para empezar a estudiar, plantéate estudiar durante 5 minutos. Eso es todo,
sólo 5 minutos. Piensa que vas a estar estudiando seriamente durante 5 minutos
y luego te detendrás.
Por lo general, después de los 5 minutos querrás
seguir estudiando más. Sí, es cierto. Es un truco. La clave aquí es asegurarse
de que durante esos 5 minutos vas a estudiar al 100%. No soñando o
distrayéndote con otras cosas.
4) Parada y
arranque en la parte más interesante.
Al tener que parar para descansar, comer u otras
actividades, puedes hacerlo en la parte más interesante o agradable de tu
estudio. De esta manera, será mucho más fácil empezar cuando decidas estudiar
más adelante.
5) Elimina
las distracciones de tu entorno.
Obviamente esto es muy importante para tu estudio.
Si tienes cerca la TV, el teléfono, el ordenador, revistas, etc. cerca de ti
fácilmente podrás sucumbir a la tentación de dejar tus libros a un lado.
6) Antes de
ponerte a estudiar entra en un estado fuerte de motivación.
Tómate 5 minutos antes de empezar a estudiar para
lograr el estado mental adecuado. Apaga cualquier tipo de música, siéntate,
aclara tu mente y respira profundamente. Repite alguna frase que te motive o
haz algunas visualizaciones y medita sobre tus futuros logros. Visualízate
feliz estudiando.
7) Establece
objetivos.
El establecimiento de objetivos te dará más
motivación. El sentido de la satisfacción del logro es también una buena
inyección de confianza.
Establece metas tales como cuántas secciones o
capítulos planeas estudiar en un plazo de tiempo.
8) Concédete
un premio.
Recompénsate de inmediato por el trabajo bien
hecho. No necesita ser algo importante, sólo cosas simples como disfrutar de
una copa de helado, ver tu programa favorito de televisión o llamar a los
amigos para charlar. Por supuesto, también concédete grandes recompensas cuando
alcances logros importantes.
9) Tú puedes
moldear tus gustos y capacidades
Tus gustos, tus habilidades y tus capacidades no
solo pueden cambiar, sino que se relacionan con tu manera de pensar. Por
ejemplo, si ves un alimento determinado y piensas que te desagrada, nunca lo
probarás y no sabrás si realmente te gusta o no. Y algunos alimentos que no te
gustan pueden llegar a gustarte si se cocinan de un modo determinado o
diferente. Algo parecido pasa con tus gustos en todo lo demás: puedes hacer que
la historia o las matemáticas o cualquier otra materia llegue a gustarte si te
acercas a ella con la actitud adecuada, esforzándote por encontrar algo que te
interese en esas materias.
Y respecto a tus habilidades, ten cuidado con las
etiquetas que te pones, como “no se me dan bien las matemática”, porque te
puedes estar equivocando. El problema es que si piensas que algo no se te da
bien, convertirás esa profecía en realidad porque te esforzarás muy poco.
Piensa, por tanto, que, en principio, puedes hacer bien cualquier cosa, y entra
a fondo en ella.
10) Recuerda, tú y nadie más que tú es quien ha decidido estudiar. De modo que sé consecuente
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