Impuesto a brujas y adivinos. En la capital de Rumanía se determinó
que las personas que se dedicaran a este oficio debían pagar un impuesto del
16%, además de tener que contribuir a la sanidad y la jubilación para poder
realizarlos. Supuestamente después de imponer esta medida en 2011, algunos de
los que habían apoyado esta norma se dice que podrían haber recibido maldiciones
de brujas y adivinos.
Impuesto por las ventanas. En el siglo XVII, durante el reinado de
Guillermo III de Inglaterra, se impuso que los propietarios de casas que
tuvieran más de 6 ventanas debían pagar un impuesto. Muchos prefirieron tapar
los espacios por los que entraba luz que pagar el dinero.
Impuesto por tatuajes y piercings. Desde 2002, los locales que
hacen piercings y tatuajes en Arkansas deben incluir en el precio un impuesto
del 6% por realizar la actividad a sus clientes.
Impuesto por tirar de la cadena del inodoro. En Maryland, desde
2005 los ciudadanos pagarían un impuesto por tirar de la cadena del inodoro.
Hubo muchas quejas porque al tratarse de una necesidad fisiológica, se
consideró que esta medida era injusta.
Impuesto por ser guapo - En Japón el economista Takuro Morinaga
propuso aumentar los impuestos a los hombres solteros y físicamente agradables.
La propuesta también abarca la reducción del gravamen a los que no son tan
agraciados físicamente.
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